Los edificios que no son dedicados a viviendas, ya sean industriales o de carácter no residencial, tienen las instalaciones para la facilitación no solo del espacio físico donde se localizan, sino también para asegurar el lugar donde se desenvuelve y se lleva a cabo el proceso productivo de la edificación. De ahí lo importante de que cada decisión que sea tomada en cuanto al diseño y distribución de las instalaciones sea el adecuado.
El diseño y la distribución de las instalaciones son decisiones previamente analizadas y posteriormente seleccionadas, que permiten a la organización llegar a sus objetivos. Eso se debe a que el adecuado diseño y distribución de las instalaciones permite utilizar de manera más eficiente el espacio disponible con que se cuenta, así como facilitar los procesos tanto productivos como de desarrollo, minimizando inversiones en equipo y tiempo de producción y como consecuencia disminuyendo los costes.
En los lugares de trabajo es necesario disponer de instalaciones anejas a los mismos, que proporcionan un determinado servicio o suministro para el correcto funcionamiento de dichos lugares y para la actividad económica que en ellos se desarrolla, por ejemplo: electricidad, protección contra incendios, ventilación, etc.
Dichas instalaciones pueden generar riesgos tanto para los trabajadores que las utilizan o mantienen como para aquellos que se encuentren en sus proximidades. Por ello, el empresario, en cumplimiento de su deber de proteger la seguridad y salud de sus trabajadores, deberá garantizar un adecuado control de los riesgos asociados a las mismas.
Junto al departamento de mantenimiento de su empresa, ofrecemos nuestros servicios para el apoyo, la renovación y la conservación de los equipos con el objetivo de conseguir el mejor funcionamiento de las instalaciones.